sábado, 26 de septiembre de 2009

Lo que pasó

Si muriera mañana amor, todo lo que imaginamos que podría haber pasado, pasaría. Tu piel se extendería como un pergamino, usado, oscuro, suave, tantas veces como pueda ser imaginada. Tocaría tu cuerpo, por una última vez, para siempre, para siempre las piernas y los saltos, y besos, y olores, para siempre los pelos, y risas, y frutas y cremas y aceites, y gestos, para siempre. Te propondría algo simple, nada más allá de lo que has imaginado, dejar de soñar un tiempo. Te amo y por eso te reto, y me escondo, y te vendo, y no me ves, me presientes detrás y sonríes cuando me encuentras con las manos en la boca atrapando una risilla.
Si muriera mañana mi amor, olvida las risillas y los encuentros, evoca los suspiros, las caricias, deja de soñar, no tengas miedo, todo lo que imaginamos que podría haber pasado sucedió mientras dormíamos, una de esas noches que fueron nuestras, todo nos pasó entre las piernas y los labios, nuestras vidas se asentaron como polvo, sobre la piel, en esas noches. Se convertirán en una melodía que podrás tararear y modificar a tu antojo, porque todo ya sucedió.