Renunciar siempre es aceptar que algo era.
Que problema.
Aurelia sonríe burlona. Que problema, repito mientras se me pone la piel de gallina.
Está bien -digo -acepto que perdí, acepto mi derrota.
Sin perder la sonrisa saca los nombres que se robó la noche anterior. Los separa en letras que luego reparte para colombina, carito, caita y para ella. Me mira con un montón de letras en sus manos, pregunta
-Estás lista para jugar?
3 comentarios:
Sabes que yo podría ser el mejor juguete de colombina? no así el de oriana, pero ambas pelearían por tenerlo, me romperían en trocitos sino fuera por aurelia que llega a poner orden y les arrebata el muñeco de sus inquietas manos. aurelia lo pone en lo más alto de la repiza. el muñeco con la ropa desgarrada y la cabeza algo desprendida mira las extrañas paredes de su nuevo hogar; mientras tanto, colombina y oriana, ambas tumbadas en la cama, miran con ojos traviesos la parte alta de la repiza... esperando el descuido de aurelia
Ahí si creo, Ro, que subestimas a Aurelia, porque en el fondo ella es como medio canibal. Las cosas en orden sólo le interesan si puede hacer sufrir a alguien de impaciencia, pero al final, como siempre hace ella, se traga cualquier objeto de deseo, lo deshace con sonrisas cínicas.
La chica no te cuidaría, te asesinaría. Te iría mejor en manos de Oriana, pero ella te olvidaría por completo ante la primera rata ahogada, típicas en invierno. Colombina, bueno...es medio complicada. Te hablaría en metáforas de metáforas porque no sabe hablar, perderías tu nombre en el instante mismo en que lo enuncias. Sería mejor que no fueras un muñeco Ro.
Sonrisas
Un Abrazo.
No puedo perder mi nombre Or, por el simple hecho de que a los muñecos nos rellenan el vacío con trapos. Los muñecos no tenemos alma, simplemente somos trozos de trazos
Un beso.
Publicar un comentario